por Ugo Biggeri – Presidente de Banca Etica

Este mes ha tenido lugar en Roma una importante conferencia de la FAO para promover la agricultura ecológica. Banca Etica ha sido la única institución financiera presente en el programa internacional con dos intervenciones. Una invitación nacida de nuestro compromiso con la financiación de la agricultura ecológica y sostenible y con la atención que los bancos de la Alianza Global por una Banca con Valores (GABV) prestan a este sector.

De esta conferencia ha salido un mensaje nuevo de ruptura con el pasado: la FAO reconoce finalmente la insostenibilidad de la industria alimentaria actual y la capacidad de la agroecología de generar una economía circular centrada en el bienestar de las personas y los ecosistemas. Una economía que se convierte en compromiso con las generaciones futuras porque conserva la fertilidad del suelo y preserva  el medio ambiente.

En los últimos 20 años se ha demostrado que la agroecología es capaz de cultivar con eficacia, calidad y productividad, por lo que es de esperar que se extienda a nivel global.

Lo que limita su difusión es la competencia «desleal» de la agricultura no ecológica, que no se interesa por mantener la fertilidad natural sino que tiene como objetivo la extracción de riqueza a corto plazo.

En otras palabras, mantener la fertilidad del suelo es un valor añadido de la agroecología pero no da dividendos, mientras que quienes destruyen el medio ambiente con la agricultura insostenible obtienen beneficios y no pagan los daños que nos crean a todos.

¿A qué modelo miran las finanzas convencionales? Por cómo están estructuradas, hoy no es difícil entender que las finanzas no estén interesadas en financiar elecciones responsables a largo plazo. A pesar de haber pasado 10 años desde el inicio de la crisis financiera, todavía estamos en la era del «cortoplacismo» y las «fast trade finance»; hoy, quienes gobiernan los mecanismos financieros globales siguen ambicionando solo beneficios económicos a corto plazo.

Es necesario, por lo tanto, construir una relación nueva entre la agricultura, la ciudadanía y las finanzas dentro de la lógica de una economía circular y solidaria.

El mundo agrícola debe comprometerse a hacer elecciones decisivas desde la óptica de la sostenibilidad, rechazando la lógica propia de las finanzas tradicionales y de los beneficios como fin en sí mismos. Quienes trabajan en el mundo agrícola deberían pedir que se creara una tasa sobre las transacciones financieras para limitar la voracidad de las finanzas, así como pedir que los recursos generados por este impuesto se invirtieran en apoyar las inversiones en agricultura sostenible.

Las personas deben premiar la agroecología y los mercados locales con sus propias decisiones de consumo, hacer ver que son un modelo deseable y preferible porque les hacen bien a ellas y al planeta. Al mismo tiempo, las personas pueden pedir mayor transparencia a sus entidades de crédito, presionar a las entidades que gestionan sus ahorros, pedir que con su dinero se financie únicamente la producción agrícola sostenible. La divulgación es fundamental porque nos permite elegir libremente y orientar el libre mercado.

Hoy en día, los bancos que están financiando a agricultores/as pueden ser los mismos que controlan el mercado de los derivados especulativos sobre las materias primas agrícolas o que están creando nuevos latifundios con el acaparamiento de tierras: una contradicción mucho más frecuente de lo que pensamos. También por este motivo, en Banca Etica defendemos la separación entre los bancos de inversiones y los bancos que trabajan en pro de la economía real.

Al final de mi intervención en el Congreso se me acercó una señora, María José, que me dio las gracias por lo que había dicho pero, sobre todo, porque Banca Etica verdaderamente intenta hacer lo que cuenta en sus conferencias. Me contó que habíamos financiado su empresa de agricultura social y sostenible, también a través del crowdfunding 

Una bella historia que he descubierto por casualidad, una buena prueba de cómo podemos hacer funcionar las cosas con las finanzas éticas.

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