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Los bancos éticos rinden tres veces más que los tradicionales

Hoy el grupo Banca Etica ha presentado en Bruselas, en el Parlamento Europeo, un estudio sobre finanzas sostenibles en Europa. El informe analiza la estructura, el crecimiento y el rendimiento de los 23 bancos éticos y sostenibles en Europa (identificados como aquellos que pertenecen a la Global Alliance for Banking on Values y a la Federación Europea de Banca Ética y Alternativa), comparándolos con los 15 bancos europeos tradicionales identificados por la Autoridad Bancaria Europea (EBA).

Han pasado diez años desde que estallara la última crisis financiera mundial. En este periodo, los Estados europeos han gastado unos 750.000 millones de euros en rescatar de la quiebra a decenas de bancos en dificultades. No obstante, no ha sido necesario gastar ni siquiera un céntimo en rescatar a cualquiera de los 23 bancos éticos y sostenibles presentes en Europa. Las razones de este hecho se analizan en el segundo Informe sobre las finanzas éticas y sostenibles de Europa, editado gracias a la cooperación de la fundación española Finanzas Éticas y la fundación italiana Finanza Etica, ambas pertenecientes al grupo Banca Etica.

A diferencia de otros estudios que simplemente miden el crecimiento de los activos invertidos (aunque, en efecto, constante y alentador) según los criterios de sostenibilidad en el Viejo Continente, el trabajo de la Fondazione Finanza Etica y la Fundación Finanzas Éticas se destaca porque, junto con la inversión, también estudia el crédito, midiendo el volumen de financiación sostenible con el que trabajan los bancos al dar crédito a las familias y las empresas (la llamada economía real) y apoyar la creación de valor y empleo, respetando el medio ambiente, la legalidad y los derechos humanos.

Se presenta este riguroso análisis, justo cuando la Comisión Europea está trabajando en la aprobación de un Plan de Acción Europeo para definir la regulación y promover una financiación sostenible en Europa.

Los resultados
-Apoyo a la economía real: En los últimos 10 años, mientras Europa luchaba, y todavía lo hace, por recuperarse de los efectos de una crisis financiera, los bancos éticos han continuado recogiendo depósitos y otorgando préstamos mientras que los bancos tradicionales sistémicos (aquellos demasiado grandes para quebrar) se han dedicado más a otras actividades (inversiones de valores, servicio financieros, etc.) En 2017, la concesión de préstamos representó en promedio casi el 77% del total de activos para bancos para bancos éticos y sostenibles, pero solo el 40’52% para los grandes bancos tradicionales.

-Rendimiento: Los bancos éticos mostraron un mejor desempeño también en términos de rendimiento: entre 2007 y 2017, los bancos éticos y sostenibles rindieron tres veces más que los bancos tradicionales, con una rentabilidad promedio anual (en términos de ROE – Return on Equity) de 3’98% frente al 1’23% de los bancos tradicionales. De hecho, hasta 2006/2007 los bancos tradicionales pudieron beneficiarse de la especulación y el endeudamiento, pero esa fase ha terminado. Los bancos tradicionales, que contribuyeron a la crisis con instrumentos cada vez más sofisticados de especulación, tuvieron que dedicarse a ordenar sus activos para no ser abrumados por el estallido de las burbujas, dejando también de dar crédito a la economía real. Mientras eso ocurría, los bancos éticos han podido hacer mejor su trabajo, encontrando aún más espacio para el crecimiento y pudiendo inyectar crédito a familias y empresas.

– Crecimiento: Con la crisis, el crecimiento de los gigantes bancarios europeos se ha detenido o, como mínimo, se ha ralentizado. En cambio, los activos, depósitos, préstamos y capital de los bancos éticos y sostenibles aumentan con porcentajes en torno al 10% anual. De 2007 a 2017, los activos (y por lo tanto el total de las inversiones, los créditos y la liquidez) de los bancos éticos han crecido una media del 9,66% al año, frente al -1% anual de los bancos tradicionales.

-Fondos de inversión socialmente responsables: Siguen en continuo crecimiento los números de los fondos socialmente responsables, aquellos que invierten en acciones y obligaciones de empresas que cotizan en bolsa, o en títulos de deuda soberana, seleccionados en base a una serie de criterios ambientales y sociales. En Europa, el patrimonio invertido en fondos éticos «best in class» o «mejores en cada industria» (aquellos que adoptan los criterios más rigurosos) ha subido una media del 9% anual entre 2015 y 2017, rozando los 600.000 millones de euros. El accionariado activo también está cada vez más difundido, con un número creciente de accionistas que participan en las asambleas de las empresas en las que invierten para solicitar información detallada y proponer mejoras en las estrategias de desarrollo empresarial en temas como medio ambiente o derechos laborales, y que se reúnen con los administradores.

– Desinversión de los combustibles fósiles: El estudio profundiza en un aspecto de las inversiones responsables crucial: la venta de títulos de empresas del sector de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) que aceleran el cambio climático con sus emisiones de gases invernadero. Ya son más de 1.000 a nivel mundial los bancos, fundaciones, órdenes religiosas, universidades, ayuntamientos, seguros y fondos de pensiones que se han desembarazado de sus inversiones en combustibles fósiles, por un total de casi 7,2 billones de dólares. Una cifra enorme, casi igual al 40% del producto interior bruto europeo. Aunque el movimiento Fossil Free (Cero Fósiles) cada vez cuenta con más adhesiones y compromisos de desinversión, aún existen fondos que se definen como «éticos» que se obstinan en invertir en las formas más sucias y peligrosas de petróleo, como la arena bituminosa o el petróleo de esquisto. El informe identifica algunos instrumentos que la clientela – sean personas u organizaciones – puede usar para verificar el compromiso real de los bancos o las sociedades financieras que les proponen inversiones en fondos éticos.

La normativa y las propuestas
Si los bancos éticos son estructuralmente diferentes de los bancos tradicionales y también han demostrado ser más resistentes a la crisis. Es urgente aprobar regulaciones, a nivel nacional y en Europa, que reconozcan y recompensen esta diferencia. La investigación analiza como ha cambiado el sistema financiero diez años después del estallido de la crisis, cuánto pesan los lobbies financieros en las decisiones políticas y cuántas oportunidades de reforma se han perdido en las calles en los últimos años, con el regreso de un viento de involución y conservadurismo inquietante a ambos lados del Atlántico.
En particular, el movimiento de las finanzas éticas espera un mayor coraje por parte de la Comisión Europea, que hasta ahora parece querer centrarse únicamente en los aspectos ambientales, poniendo los criterios sociales fuera de plano. Un error de perspectiva que el grupo Banca Etica, junto con GABV (Global Alliance for Banking on Values) y FEBEA (Federación Europea de Bancos Éticos y Alternativos) está tratando de cambiar, gracias a la presentación de enmiendas al proyecto de reforma.

Fundación Finanzas Éticas y Fondazione Finanza Etica
Las dos fundaciones, establecidas en España e Italia respectivamente, son un lugar para la investigación, creación y promoción de una nueva cultura económica y financiera al servicio de la ciudadanía. Promueven los principios, buenas prácticas y avances de las finanzas éticas y la economía social y solidaria y sirven de base para el desarrollo y la capacitación del grupo Banca Etica en temas de finanzas éticas como una herramienta al servicio del bienestar colectivo, la sostenibilidad, la protección ambiental, de derechos y de nuevas formas de economía.