Por Alessandro Messina – Director General de Banca Etica

Quiero aprovechar la ocasión de presentarme y compartir con vosotras y vosotros la emoción de poder trabajar en Banca Etica como director general. Una gran responsabilidad, pero también un gran privilegio que me permite poder contribuir al desarrollo de uno de los proyectos con más éxito de la sociedad civil italiana, sin duda la mejor experiencia en finanzas éticas en Italia.
Banca Etica tiene por delante un gran futuro. Y construirlo es una responsabilidad colectiva, cada uno y cada una desde su propio rol, un recorrido que nos hace a todos y a todas protagonistas: personas colaboradoras, socios y socias, clientela, mujeres y hombres que cada día se esfuerzan para hacer crecer nuestro proyecto de finanzas éticas.

Ser y hacer Banca hoy en día es difícil: el contexto normativo y legal es cada vez más complejo y restrictivo, y el escenario económico sigue siendo incierto y negativo, mientras que al mismo tiempo la revolución digital cambia el modo en el cual las personas interaccionan con el propio dinero.

Debemos buscar diferentes enfoques para aproximarnos al nuevo mercado: no podemos afrontar los retos sobre el bienestar, el medio ambiente, la cultura, la inmigración,…, con los instrumentos de hace 15 años. Podemos superar la dicotomía entre ánimo de lucro y sin ánimo de lucro, promoviendo una nueva cultura emprendedora que nos vea como interlocutores clave para todas aquellas organizaciones y empresas que crean valor social y ambiental.

Somos una banca que debe innovar. Una experiencia que se haga llamar realmente banca ética no puede sobrevivir a base de los rendimientos obtenidos de las grandes ideas de las fundadoras,  quedando ésta condenada a seguir innovando siempre. Una condena que representa también nuestra mejor oportunidad, como la historia de la banca ha podido demostrar hasta ahora. Para ser este tipo de banca necesitamos perseguir la excelencia profesional: necesitamos ser siempre los mejores, no basta que se nos perciba solo como que hacemos bien las cosas. Y para conseguirlo, deberemos innovar y promover con nuevas ideas las actividades de investigación y desarrollo, sobre los productos y servicios a la clientela y los propios procedimientos internos.

Sabemos que nadie nos regalará nada, y tendremos que seguir luchando por mantener nuestra posición y rol de banca protagonista de la transformación económica y social. Poseemos todos los ingredientes necesarios para afrontar los desafíos futuros: espíritu cooperativo, la fuerza de 90 grupos de socios voluntarios organizados a nivel local, un posicionamiento cultural distintivo y sólido, un equipo joven y fresco con mucho potencial de desarrollo tras la reciente apertura de la Sucursal en España.

Y nos queda todavía mucho por hacer por la Banca Etica.
Enhorabuena por el trabajo a todas y a todos