En estos meses de bombardeos indiscriminados contra la población civil en la Franja de Gaza, tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, a menudo nos hemos preguntado – como Banca Etica y como comunidad – qué iniciativas tomar para contribuir a poner fin a lo que se configura como un genocidio del pueblo palestino. Un horror que no creíamos posible presenciar: basta pensar en los disparos contra personas exhaustas mientras esperaban la distribución de los escasos alimentos disponibles, o en los innumerables ataques deliberados a escuelas que alojan a refugiados, además de hospitales y trabajadores sanitarios en servicio.
Ya son más de 68.000 las personas asesinadas por las bombas israelíes en Gaza, según las últimas estimaciones, casi con certeza a la baja. A este trágico balance se suman 120.000 heridos y dos millones de personas desplazadas, una cifra incluso mayor que la del éxodo forzado de la población árabe palestina durante la Nakba (la “catástrofe”) de 1948, cuando se fundó el Estado de Israel al finalizar el mandato británico en la región. Sin olvidar las acciones violentas llevadas a cabo en Cisjordania por colonos israelíes (a menudo protegidos por el ejército de Tel Aviv) o los desalojos forzosos, las demoliciones de viviendas y la destrucción de negocios en Gaza, conformando un panorama dramático e inaceptable.
Sobre el genocidio contra la población palestina se ha expresado directamente el Instituto Lemkin para la Prevención del Genocidio, un observatorio internacional y centro de incidencia dedicado a prevenir genocidios, inspirado en el trabajo de Raphael Lemkin, jurista polaco de origen judío que acuñó el término “genocidio” y fue el principal impulsor de la Convención de la ONU de 1948 para la prevención y sanción de este crimen. También lo ha denunciado en múltiples ocasiones la relatora de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, quien desde hace meses trabaja incansablemente para visibilizar lo que está ocurriendo. Ha publicado varios informes en relación a la cuestión palestina, como el estudio “De una economía de la ocupación a una economía de genocidio”, presentado en el Consejo de Derechos Humanos en junio de 2025, en el que reveló las dinámicas económicas y la complicidad del sector privado global, incluido el financiero, que incentivan que siga la masacre de la población palestina.Y es en este último plano en particular donde se debe actuar. Hoy mismo Naciones Unidas ha publicado, tras meses de investigaciones, que lo que está pasando en Palestina es un Genocidio.
En los últimos meses desde el banco hemos organizado, en colaboración con Médicos Sin Fronteras (Italia), una recaudación de fondos para apoyar las actividades humanitarias de la organización en Gaza. Posteriormente impulsamos una segunda campaña de financiación colectiva, cuyos fondos se destinaron a una serie de pequeños agricultores palestinos cuyas actividades fueron dañadas o destruidas por colonos israelíes. Además, hemos apoyado a nuestra entidad socia Acad Finance, una organización de microfinanciación palestina con la que tenemos proyectos en curso desde hace años en el territorio, y a muchas de nuestras realidades clientes que operan en Gaza y en los Territorios Ocupados.
Pero no podemos detenernos aquí cuando cada día presenciamos las noticias sobre las atrocidades cometidas por Israel. Queremos contribuir, en la medida de lo posible, a poner fin a esta ocupación que ha sido declarada ilegal según el derecho internacional.
Cómo seguir actuando
- Continuar instando al gobierno español a aprobar el Real Decreto Ley sobre el embargo de armas a Israel.
- Adherirse a la Campaña “Alto al fuego ya” de la Coordinadora de Ongs y al manifiesto ‘No nos resignamos al rearme y a la guerra en Europa’ un claro posicionamiento contra las políticas bélicas que siguen ganando fuerza en el viejo continente. Secundado por más de 800 organizaciones, así como más de un centenar de personas destacadas del mundo de la cultura, la academia y el activismo.
- Donar a la campaña por Gaza de nuestras entidades de la Mesa de socias de Referencia: Entreculturas y Cáritas.
O en nuestro crowdfunding de Banca Etica con Médicos sin fronteras.
- Participar en las concentraciones, manifestaciones y marchas en las diferentes partes del país como las que tendrán lugar el 18 de septiembre para apoyar a la Global Sumud Flotilla y el 4 de octubre para conmemorar dos años de Genocidio.
- Utilizar el boicot como forma de resistencia no violenta, verificando qué empresas están implicadas con Israel a través de la lista de Don’t Buy Into Occupation y la campaña BDS.
Debemos seguir presionando para exigir justicia y libertad para el pueblo palestino y para todas las comunidades víctimas de violencia y negación de derechos humanos y civiles. Elegir un banco como Banca Etica, que no financia el sector armamentístico, es un paso importante en esta dirección.
Nuestro compromiso con las finanzas en defensa de los derechos humanos
Debemos seguir haciendo oír nuestra voz y exigir justicia y libertad para el pueblo palestino y para todas aquellas personas y pueblos inocentes que ven sus derechos humanos vulnerados. Elegir a Fiare Banca Etica es un gran paso hacia esta dirección. La decisión de no invertir en empresas que se dedican a la industria bélica y sector armamentístico no se queda en un posicionamiento ético, sino en un compromiso concreto que aspira a construir un sistema financiero y económico que no propicien conflictos y violencia. A través de lo que elegimos financiar estamos tomando decisiones que favorecen y apoyan la paz, la justicia y los derechos humanos.

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