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Las finanzas también pueden contribuir a detener la violencia contra las mujeres

por Anna Fasano, presidenta de Banca Etica y Martina Morano Pignatti, presidenta del Comité Ético de Banca Etica

Hoy, 25 de noviembre de 2020 estamos aquí para denunciar que al género femenino no se le reconocen los derechos que deben tener todos los seres humanos desde que nacen, independientemente del género.

En 1999, se estableció el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, nacieron los centros contra la violencia que aún luchan por obtener todos los fondos que necesitarían para poder atender todas las solicitudes.

Cuarenta mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en España en lo que va de 2020, según la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. En total son 1.073 las mujeres asesinadas desde el 1 de enero de 2003, cuando se empezaron a contabilizar oficialmente.

El clima de incertidumbre socio-sanitaria y económica en el que vivimos también está alimentando una nueva expresión de violencia, menos tangible pero igualmente destructiva: la económica.
 
La violencia económica se refiere, en su concepción internacional, a “actos de control y seguimiento de la conducta de la mujer en cuanto al uso y distribución del dinero, con la amenaza constante de negarle recursos económicos, o impedirle tener un trabajo y un ‘ ingresos económicos personales y utilizar sus propios recursos según su voluntad “(artículo 3 del Convenio de Estambul).

La mayoría de las mujeres víctimas de violencia económica no lo saben, por lo que se las define como “invisibles”; en una relación de dependencia económica y financiera de su pareja u otro familiar pierden la confianza en sí mismas y en sus capacidades. Son mujeres que no tienen acceso a ingresos familiares, no pueden utilizar su dinero libremente, los gastos los controla la pareja o no puede trabajar ni encontrar trabajo.

Todos estamos llamados a mirar a nuestro alrededor para comprender cómo esta dimensión, lamentablemente, pertenece a la vida cotidiana, vive y se nutre en nuestras comunidades.

¿Qué podemos hacer como Banca Etica?

Colaboramos con asociaciones y cooperativas que trabajan en caminos de prevención y atención, acompañamiento y autonomía de las numerosas mujeres que sufren violencia.

Apoyamos proyectos empresariales de mujeres, nuestro compromiso crediticio es el 28% de la cartera. Desarrollamos cursos de educación financiera, que esperamos fortalecer cada vez más para incrementar la inclusión financiera como instrumento de autonomía y redención.

Y dado que el empoderamiento también pasa por una narrativa que resalta la fuerza y ​​energía de las mujeres también en el ámbito financiero, hemos lanzado el proyecto “Mujeres y Finanzas alzamos la voz mediante el cual queremos recopilar las historias de mujeres que han construido nuestro banco, como trabajadoras, socias, emprendedoras, autónomas o incluso en sus propios proyectos personales. Para obtener más información, visita:

www.fiarebancaetica.coop/mujeresyfinanzas 

Otro 25 de noviembre para reflexionar … ¡y hacer cambios!