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8M: El motor de las finanzas éticas para desbloquear el ascensor social

Català  Euskera Galego

Por Anna Fasano, presidenta de Banca Etica

El ascensor social está bloqueado para muchas personas, especialmente las mujeres. En el mejor de los casos, funciona tan mal que necesita, si no se reemplaza, un reinicio inmediato. Por ello, hoy, 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, en el que también celebramos el vigésimo cuarto aniversario de Banca Etica, nos urge devolver la fluidez a esa dinámica virtuosa que ha permitido a las generaciones pasadas aspirar a mejorar su trabajo, ingresos y condiciones de vida. Condiciones en comparación con las generaciones anteriores.

La ralentización del ascensor social afecta ahora no sólo a unas pocas personas de algunos grupos “menos afortunados”, sino por desgracia a la mayoría de la ciudadanía de muchos países. El grave aumento de la desigualdad y un empobrecimiento general lastran el desarrollo colectivo, limitando la visión del futuro.

No es casualidad que el bloqueo del ascensor social tenga un fuerte impacto en la sociedad y se perciba transversalmente: la OCDE ya lo señaló en 2018, señalando que podrían pasar al menos cinco generaciones para que los niños nacidos en familias de bajos ingresos alcancen el medio de ingresos. España tiene una mayor desigualdad porque dispone de menos políticas redistributivas. Mientras que la Unión Europea tiene una media de reducción de la desigualdad por transferencias sociales del 40,2%, nuestro país se sitúa en el 31,9%

Como Grupo Banca Etica, con el deseo de contrarrestar tales distorsiones, adoptamos políticas financieras y crediticias que tienen como objetivo apoyar las empresas de mujeres y la inclusión social y de género y, todos los años, preparamos un estudio sobre la inclusión financiera sabiendo muy bien que cualquier la penalización de las mujeres en estos frentes afecta a toda la sociedad en la que se produce.

Nocivo para las mujeres y para la sociedad

Por ejemplo, un estudio del Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE, 2017) sostiene que las desigualdades de género en términos de participación activa en el mercado laboral y remuneración privarían a la UE de un aumento de entre 3,5 y 6 millones de puestos de trabajo en 2050 y un mejora del PIB per cápita de entre el 0,8% y el 5,5% entre 2030 y 2050. Las mujeres son también las que han sufrido los impactos económicos más duros durante la pandemia, en términos de carga de funciones de cuidado y reducción de empleo e ingresos, perdiendo un total de 800 mil millones de dólares en ingresos en el mundo en 2020 (Oxfam, 2022).

Una estadística reciente de la Comisión Europea atribuye un diferencial medio del 13% en los salarios a favor de los hombres sobre las mujeres en los Estados de la UE. Y aunque otras fuentes de datos -por ejemplo para Italia y España, países en los que el Grupo Banca Etica apuesta por mitigar determinados fenómenos- revelan porcentajes de disparidades en la retribución incluso superiores a los mencionados anteriormente, es importante entender que estos ingresos las brechas son solo uno de los hilos que mueven el ascensor social (acceso a la educación y formación, acceso a la salud, acceso a la vivienda…). Y entre estos, uno de los más potentes es sin duda el del acceso a los recursos financieros: Banca Etica practica en la actualidad un reparto sustancialmente equitativo de la distribución del crédito desembolsado, representando las mujeres algo más del 43% de los clientes y recibir más del 45% de la nueva financiación desembolsada (Informe de Impacto 2022).

La interrupción de la “función de servicio público” de la movilidad social e intergeneracional forma parte de una distorsión generalizada que, a nivel global, ha permitido que el 1% más rico de las personas, en términos de activos, se beneficie del 38% de la riqueza excedente entre 1995 y 2021, frente al mísero 2,3% del superávit que se destinó a la mitad más pobre de la población mundial. Sin olvidar que en nuestro país más de 13 millones de personas viven bajo el umbral de la pobreza, 380.000 ciudadanos más que el año anterior. Cáritas (que investiga la “pobreza heredada” en su informe sobre la pobreza de 2022) recuerda que « el abanico de la movilidad ascendente es muy corta y parece funcionar principalmente para quienes provienen de familias de clase media y alta; para aquellos que se encuentran en las posiciones más desfavorecidas en la escala social, hay pocas posibilidades de acceder a los niveles superiores (de ahí las expresiones “suelos pegajosos y techos pegajosos”).

La responsabilidad de los bancos y el apalancamiento del crédito y las finanzas éticas

Para reactivar el ascensor social, tanto en España como en Italia y en otros países, se necesitan decisiones valientes en el uso de los recursos tanto públicos como privados. Se necesitan políticas públicas, comenzando por inversiones en educación y la creación de empleos dignos; pero hay mucho, mucho, que los bancos también pueden hacer, especialmente cuando hay una buena sinergia entre los sectores público y privado. El crédito es una herramienta formidable para la inclusión social y el progreso de las comunidades. Siempre que se desmienta en la práctica el cliché generalizado según el cual “los bancos sólo prestan dinero a quien ya lo tiene”.

Hacer finanzas éticas significa realmente poder facilitar el acceso al crédito incluso a aquellas personas y empresas que aún no parten de una situación cómoda. Significa invertir en proyectos, mirar a las personas que lo forman y a su impacto social y ambiental y no solo a las cifras presupuestarias. Gracias al ahorro prestado,  apoyamos proyectos liderados por mujeres, financiamos a personas valientes que se unen a una cooperativa y salvan a la empresa para la que trabajan de la quiebra (compra de los trabajadores); podemos financiar entidades del tercer sector, economía social y solidaria, apoyar a jóvenes que tienen buenas ideas pero pocos recursos, etc. Con los fondos de garantía para microcréditos, a través de nuestros socios/as y a través de nuestra Fundación, podemos transformar en realidad los proyectos de economía solidaria que quieren hacerse grandes.

El acceso al crédito es un instrumento de la democracia económica, si es otorgado por las entidades bancarias con transparencia y evaluando su impacto en el bienestar del planeta y de las personas, puede ser una verdadera herramienta de empoderamiento.

También hoy, 8 de marzo, queremos seguir promoviendo que el ascensor social vuelva a la normalidad.

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El motor de las finances ètiques per a desbloquejar l’ascensor social 

L’ascensor social està bloquejat per a moltes persones, especialment les dones. En el millor dels casos, funciona tan malament que necessita, si no es reemplaça, un reinici immediat. Per això, avui, 8 de març, Dia Internacional de la Dona, en el qual també celebrem el vint-i-quatrè aniversari de Banca Etica, ens urgeix retornar la fluïdesa a aquesta dinàmica virtuosa que ha permès a les generacions passades aspirar a millorar el seu treball, ingressos i condicions de vida. Condicions en comparació amb les generacions anteriors. L’alentiment de l’ascensor social afecta ara no sols a unes poques persones d’alguns grups “menys afortunats”, sinó per desgràcia a la majoria de la ciutadania de molts països. El greu augment de la desigualtat i un empobriment general llastren el desenvolupament col·lectiu, limitant la visió del futur.

No és casualitat que el bloqueig de l’ascensor social tingui un fort impacte en la societat i es percebi transversalment: l’OCDE ja ho va assenyalar en 2018, assenyalant que podrien passar almenys cinc generacions perquè els nens nascuts en famílies de baixos ingressos aconsegueixin el mitjà d’ingressos.

Espanya té una major desigualtat perquè disposa de menys polítiques redistributives. Mentre que la Unió Europea té una mitjana de reducció de la desigualtat per transferències socials del 40,2%, el nostre país se sitúa en el 31,9%.

Com a Grup Banca Etica, amb el desig de contrarrestar tals distorsions, adoptem polítiques financeres i creditícies que tenen com a objectiu donar suport a les empreses liderades per dones i la inclusió social i de gènere i, tots els anys, preparem un estudi sobre la inclusió financera sabent molt bé que la penalització de les dones en aquests fronts afecta a tota la societat en la qual es produeix.

Nociu per a les dones i per a la societat

Per exemple, un estudi de l’Institut Europeu per a la Igualtat de Gènere (EIGE, 2017) sosté que les desigualtats de gènere en termes de participació activa en el mercat laboral i remuneració privarien a la UE d’un augment d’entre 3,5 i 6 milions de llocs de treball en 2050 i una millora del PIB per càpita d’entre el 0,8% i el 5,5% entre 2030 i 2050. Les dones són també les que han sofert els impactes econòmics més durs durant la pandèmia, en termes de càrrega de funcions de cura i reducció d’ocupació i ingressos, perdent un total de 800 mil milions de dòlars en ingressos en el món en 2020 (Oxfam, 2022).

Una estadística recent de la Comissió Europea atribueix un diferencial mitjà del 13% en els salaris a favor dels homes sobre les dones en els Estats de la UE. I encara que altres fonts de dades -per exemple per a Itàlia i Espanya, països en els quals el Grup Banca Etica aposta per mitigar determinats fenòmens- revelen percentatges de disparitats en la retribució fins i tot superiors als esmentats anteriorment, és important entendre que aquests ingressos les bretxes són només un dels fils que mouen l’ascensor social (accés a l’educació i formació, accés a la salut, accés a l’habitatge…). I entre aquests, un dels més potents és sens dubte el de l’accés als recursos financers: Banca Etica practica en l’actualitat un repartiment substancialment equitatiu de la distribució del crèdit desemborsat, representant les dones una mica més del 43% dels clients i rebre més del 45% del nou finançament desemborsat (Informe d’Impacte 2022).

La interrupció de la “funció de servei públic” de la mobilitat social i intergeneracional forma part d’una distorsió generalitzada que, a nivell global, ha permès que l’1% més ric de les persones, en termes d’actius, es beneficiï del 38% de la riquesa excedent entre 1995 i 2021, enfront del miserable 2,3% del superàvit que es va destinar a la meitat més pobra de la població mundial. Sense oblidar que al nostre país més de 13 milions de persones viuen sota el llindar de la pobresa en 2021, 380.000 ciutadans més que en 2020. Càritas (que investiga la “pobresa heretada” en el seu informe sobre la pobresa de 2022) recorda que « el ventall de la mobilitat ascendent és molt curta i sembla funcionar principalment per als qui provenen de famílies de classe mitjana i alta; per a aquells que es troben en les posicions més desfavorides en l’escala social, hi ha poques possibilitats d’accedir als nivells superiors (d’aquí les expressions “sòls enganxosos i sostres enganxosos”).

La responsabilitat dels bancs i el palanquejament del crèdit i les finances ètiques

Per a reactivar l’ascensor social, tant a Espanya com a Itàlia i en altres països, es necessiten decisions valentes en l’ús dels recursos tant públics com privats. Es necessiten polítiques públiques, començant per inversions en educació i la creació d’ocupacions dignes; però hi ha molt, molt, que els bancs també poden fer, especialment quan hi ha una bona sinergia entre els sectors públic i privat. El crèdit és una eina formidable per a la inclusió social i el progrés de les comunitats. Sempre que es desmenteixi en la pràctica el clixé generalitzat segons el qual “els bancs només presten diners a qui ja ho té”.

Fer finances ètiques significa realment poder facilitar l’accés al crèdit fins i tot a aquelles persones i empreses que encara no parteixen d’una situació còmoda. Significa invertir en projectes, mirar a les persones que els conformen i al seu impacte social i ambiental i no sols a les xifres pressupostàries. Gràcies a l’estalvi prestat, donem suport a projectes liderats per dones, financem a persones valentes que s’uneixen a una cooperativa i salven a l’empresa per a la qual treballen de la fallida (compra per part de les persones treballadores); podem finançar entitats del tercer sector, economia social i solidària, fer costat a joves que tenen bones idees però pocs recursos, etc. Amb els fons de garantia per a microcrèdits, a través dels nostres socis/as i a través de la nostra Fundació, podem transformar en realitat els projectes d’economia solidària que volen fer-se grans.

L’accés al crèdit és un instrument de la democràcia econòmica, si és atorgat per les entitats bancàries amb transparència i avaluant el seu impacte en el benestar del planeta i de les persones, pot ser una veritable eina d’apoderament.

També avui, 8 de març, volem continuar promovent que l’ascensor social torni a la normalitat.

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FINANTZA ETIKOEN MOTORRA IGOGAILU SOZIALA DESBLOKEATZEKO

Igogailu soziala blokeatuta dago pertsona askorentzat, bereziki emakumeentzat. Kasurik onenean, hain gaizki dabil, ezen, ordezten ez bada, berehala berrabiarazi behar baita. Horregatik, gaur, martxoaren 8an, Emakumearen Nazioarteko Egunean, Banca Etica erakundearen hogeigarren urteurrena ere ospatzen dugun honetan, arintasuna itzuli behar diogu aurreko belaunaldiei lana, diru-sarrerak eta bizi-baldintzak hobetzeko aukera eman dien dinamika bertutetsu horri. Baldintzak aurreko belaunaldiekin alderatuta. Igogailu sozialaren moteltzeak, orain, “zorte txikieneko” taldeetako pertsona gutxi batzuei ez ezik, herrialde askotako herritar gehienei ere eragiten die zoritxarrez. Desberdinkeriaren hazkunde larriak eta pobretze orokorrak garapen kolektiboa oztopatzen dute, bai eta etorkizuneko ikuspegia mugatzen ere.

Ez da kasualitatea igogailu sozialaren blokeoak eragin handia izatea gizartean, eta hori zeharka sumatzen da: ELGAk 2018an adierazi zuen hori, eta azpimarratu zuen gutxienez bost belaunaldi igaro daitezkeela diru‑sarrera txikiko familietan jaiotako haurrak diru-sarrera ertainetara iristeko. Espainiak desberdinkeria handiagoa du, birbanaketa-politika gutxiago dituelako. Europar Batasunak, batez bestean, % 40,2 murriztu du gizarte-transferentzien desberdinkeria; Espainian, berriz, ehunekoa % 31,9koa da.

Banca Etica taldean, distortsio horiei aurre egiteko asmoz, finantza- eta kreditu-politikak ezartzen ditugu, emakumeen enpresen eta gizarte- eta genero- inklusioaren alde egiteko. Urtero, azterketa bat prestatzen dugu finantza-inklusioari buruz, oso ondo jakinda fronte horietako emakumeen penalizazioak gizarte osoari eragiten diola.

Kaltegarria emakumeentzat eta gizartearentzat

Adibidez, Europako Genero Berdintasunerako Institutuak (EIGE, 2017) egindako azterlan baten arabera, genero-desberdinkeriek, lan-merkatuan aktiboki parte hartzeari eta ordainsariei dagokienez, EBri 3,5 eta 6 milioi lanpostu arteko igoera eragotziko liokete 2050ean, eta, halaber, per capita BPGd % 0,8 eta % 5,5 bitartean hobetzea galaraziko lukete 2030 eta 2050 artean. Era berean, emakumeek jasan dituzte inpaktu ekonomiko gogorrenak pandemian, zainketa-funtzioez arduratzeari eta enplegua eta diru-sarrerak murrizteari dagokienez, eta, 2020an, guztira 800 mila milioi dolarreko diru-sarrerak galdu dituzte munduan (Oxfam, 2022).

Europako Batzordeak duela gutxi egindako estatistika baten arabera, EBko estatuetan, gizonen soldatak emakumeenak baino % 13 handiagoak dira batez bestean. Eta beste datu-iturri batzuetan  —adibidez, Italia eta Espainian, non Banca Etica taldeak zenbait fenomeno arintzearen aldeko apustua egiten baitu— ordainsarien arteko desberdintasunaren ehunekoak arestian aipatutakoak baino handiagoak badira ere, ulertu behar da diru-sarreren arrakala horiek igogailu soziala mugitzen duten harietako bat baino ez direla (hezkuntzarako eta prestakuntzarako sarbidea, osasunerako sarbidea, etxebizitzarako sarbidea…). Eta horien artean indartsuenetako bat finantza-baliabideetarako sarbidea da, zalantzarik gabe: gaur egun, Banca Etica taldeak nahiko modu parekatuan banatzen du ordaindutako kreditua; emakumeak bezeroen % 43 baino zertxobait gehiago dira, eta ordaindutako finantzaketa berriaren % 45 baino gehiago jasotzen dute (2022ko Inpaktu Txostena).

Gizartearen eta belaunaldien arteko mugikortasunaren “zerbitzu publikoaren funtzioa” etetea distortsio orokor baten parte da, eta, horren eraginez, mundu-mailan, pertsona aberatsenen % 1ek, aktiboei dagokienez, etekina atera diote 1995 eta 2021 artean soberan zegoen aberastasunaren % 38ri; aldiz, superabitaren % 2,3 eman zitzaion munduko biztanleriaren erdi pobreenari. Ez da ahaztu behar gure herrialdean 13 milioi pertsona baino gehiago bizi direla pobrezia-atalasearen azpitik 2021ean, 2020an baino 380.000 herritar gehiago. Caritasek (“oinordetzan hartutako pobrezia” aztertu du pobreziari buruzko 2022ko txostenean) honako hau gogorarazten du: “gora mugitzeko aukera gutxi daude, eta nagusiki erdi- eta goi-mailako klaseko familietatik datozenentzat funtzionatzen duela ematen du; gizarte-eskalan egoera ahulenean daudenentzat aukera gutxi dago goiko mailetara iristeko (horregatik dira “lurzoru itsaskorrak eta sabai itsaskorrak”).

Bankuen erantzukizuna eta kredituaren eta finantza etikoen palanka-efektua

Igogailu soziala berraktibatzeko Espainian, Italian eta beste herrialde batzuetan, erabaki ausartak behar dira baliabide publiko zein pribatuen erabileran. Politika publikoak behar dira, hezkuntzako inbertsioetatik eta enplegu duinak sortzetik hasita, baina bankuek ere ekintza asko egin ditzakete, batez ere sektore publikoaren eta pribatuaren artean sinergia ona dagoenean. Kreditua tresna bikaina da gizarte-inklusiorako eta komunitateek aurrera egiteko. Betiere praktikan klixe orokortu bat ezeztatzen bada: “bankuek dirua uzten diete soilik dirua dutenei”.

Finantza etikoak egiteak krediturako sarbidea erraztea esan nahi du, baita egoera erosotik abiatzen ez diren pertsona eta enpresei ere. Proiektuetan inbertitzea esan nahi du, horiek osatzen dituzten pertsonei eta haien gizarte- eta ingurumen-inpaktuari begiratzea, eta ez soilik aurrekontu-zifrei. Utzitako aurrezpen horri esker, emakumeek gidatutako proiektuak babesten ditugu; kooperatiba batean elkartzen diren eta enpresa porrotetik ateratzen duten pertsona ausartak finantzatzen ditugu (langileen erosketa); hirugarren sektoreko erakundeak, ekonomia soziala eta solidarioa, ideia onak eta baliabide gutxi dituzten gazteak, eta abar finantza ditzakegu… Mikrokredituetarako berme-funtsekin, gure bazkideen eta gure fundazioaren bidez, handitzeko bidean dauden ekonomia solidarioko proiektuak egia bihur ditzakegu.

Krediturako sarbidea demokrazia ekonomikoaren tresna bat da, banku-erakundeek gardentasunez ematen badute eta planetaren eta pertsonen ongizatean duen inpaktua ebaluatzen bada, benetako ahalduntze‑tresna izan daiteke.

Gaur, martxoak 8, igogailu soziala normaltasunera itzul dadin sustatzen jarraitu nahi dugu.

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O MOTOR DAS FINANZAS ÉTICAS PARA DESBLOQUEAR O ASCENSOR SOCIAL

O ascensor social está bloqueado para moitas persoas, especialmente mulleres. No mellor dos casos, funciona tan mal que precisa, se non se substitúe, un reinicio inmediato. Por iso, hoxe, 8 de marzo, Día Internacional da Muller, no que tamén celebramos o vixésimo cuarto aniversario de Banca Etica, urxe devolver fluidez a esa dinámica virtuosa que permitiu ás xeracións pasadas aspirar a mellorar o seu traballo, ingresos e condicións de vida. Condicións en comparación coas xeracións anteriores. A desaceleración do ascensor social afecta agora non só a unhas poucas persoas dalgúns grupos «menos afortunados», senón, por desgraza, á maioría da cidadanía de moitos países. O grave aumento da desigualdade e un empobrecemento xeral lastran o desenvolvemento colectivo, limitando a visión do futuro.

Non é casualidade que o bloqueo do ascensor social teña un forte impacto na sociedade e se perciba transversalmente: a OCDE xa o sinalou en 2018, cando indicou que poderían pasar cando menos cinco xeracións para que as nenas e nenos nacidos en familias de baixos ingresos atinxan a media de ingresos. España ten unha desigualdade maior porque dispón de menos políticas redistributivas. Mentres que a Unión Europea ten unha media de redución da desigualdade por transferencias sociais do 40,2 %, o noso país sitúase no 31,9 %.

Como Grupo Banca Etica, co desexo de contrarrestar semellantes distorsións, adoptamos políticas financeiras e crediticias que teñen como obxectivo apoiar as empresas de mulleres e a inclusión social e de xénero e, todos os anos, preparamos un estudo sobre a inclusión financeira sabendo moi ben que calquera penalización das mulleres nestes eidos afecta a toda a sociedade na que se produce.

Nocivo para as mulleres e para a sociedade

Por exemplo, un estudo do Instituto Europeo para a Igualdade de Xénero (EIGE, 2017) sostén que as desigualdades de xénero en termos de participación activa no mercado laboral e remuneración privarían á UE dun aumento de entre 3,5 e 6 millóns de postos de traballo en 2050 e unha mellora do PIB per cápita de entre o 0,8 % e o 5,5 % entre 2030 e 2050. As mulleres son tamén as que sufriron os impactos económicos máis duros durante a pandemia, en termos de carga de funcións de coidado e redución de emprego e ingresos, perdendo un total de 800.000 millóns de dólares en ingresos no mundo en 2020 (Oxfam, 2022).

Unha estatística recente da Comisión Europea atribúe un diferencial medio do 13 % nos salarios a favor dos homes sobre as mulleres nos estados da UE. E, malia outras fontes de datos (por exemplo, para Italia e España, países nos que o Grupo Banca Etica aposta por mitigar determinados fenómenos) revelar porcentaxes de disparidades na retribución mesmo superiores ás mencionadas anteriormente, cómpre entender que estas diferenzas nos ingresos son só un dos fíos que moven o ascensor social (acceso a educación e formación, acceso a saúde, acceso a vivenda…). Entre eles, un dos máis potentes é sen dúbida o do acceso aos recursos financeiros: Banca Etica practica na actualidade unha repartición substancialmente equitativa da distribución do crédito desembolsado, representando as mulleres algo máis do 43 % da clientela e recibindo máis do 45 % do novo financiamento desembolsado (Informe de impacto, 2022).

A interrupción da «función de servizo público» da mobilidade social e interxeracional forma parte dunha distorsión xeneralizada que, a escala mundial, permitiu que o 1 % máis rico das persoas, en termos de activos, se beneficie do 38 % da riqueza excedente entre 1995 e 2021, fronte a un mesquiño 2,3 % do superávit que se destinou á metade máis pobre da poboación mundial. Sen esquecer que no noso país máis de 13 millóns de persoas vivían baixo o limiar da pobreza en 2021, 380.000 cidadás e cidadáns máis ca en 2020. Cáritas (que investiga a «pobreza herdada» no seu informe sobre a pobreza de 2022) lembra que «o abano da mobilidade ascendente é moi curta e semella funcionar principalmente para as persoas que proveñen de familias de clase media e alta; para aquelas que están nas posicións máis desfavorecidas na escala social, hai poucas posibilidades de acceder aos niveis superiores (de aí as expresións “chans pegañentos” e “teitos pegañentos”)».

A responsabilidade dos bancos e o apancamento do crédito e as finanzas éticas

Para reactivar o ascensor social, tanto en España como en Italia e noutros países, precísanse decisións valentes no uso dos recursos públicos e privados. Cómpren políticas públicas, a comezar por investimentos en educación e a creación de empregos dignos; pero hai moito, moito, que os bancos tamén poden facer, especialmente cando existe unha boa sinerxía entre os sectores público e privado. O crédito é unha ferramenta formidable para a inclusión social e o progreso das comunidades. Sempre que se desminta na práctica o clixé xeneralizado segundo o que «os bancos só prestan diñeiro a quen xa o ten».

Facer finanzas éticas significa realmente poder facilitar o acceso ao crédito mesmo a aquelas persoas e empresas que aínda non parten dunha situación cómoda. Significa investir en proxectos, ver as persoas que os forman e o seu impacto social e ambiental, e non só as cifras orzamentarias. Grazas ao aforro prestado, apoiamos proxectos liderados por mulleres, financiamos persoas valentes que se unen a unha cooperativa e salvan a empresa para a que traballan da quebra (compra das persoas traballadoras); podemos financiar entidades do terceiro sector e a economía social e solidaria, avogamos por mozas e mozos que teñen boas ideas pero poucos recursos etc. Cos fondos de garantía para microcréditos, a través das nosas persoas socias e da nosa Fundación, somos quen de transformar en realidade os proxectos de economía solidaria que queren medrar.

O acceso ao crédito é un instrumento da democracia económica. De ser outorgado polas entidades bancarias con transparencia e avaliando o seu impacto no benestar do planeta e das persoas, pode ser unha verdadeira ferramenta de apoderamento.

Tamén hoxe, 8 de marzo, queremos seguir promovendo que o ascensor social volva á normalidade.