Hablamos con Guillem Llorens, presidente de la Federación de Cooperativas de Trabajo de Cataluña.
¿En qué momento está la Federación de Cooperativas de Trabajo Asociado de Cataluña?
Creo sinceramente que estamos en un muy buen momento.
Con proactividad y grandes objetivos a nivel de visibilidad y representatividad del cooperativismo de trabajo y también del cooperativismo desde nuestro rol en la presidencia de la Confederación de Cooperativas.
Con escucha activa hacia las asociadas para definir de la forma más plural posible nuestras acciones, promoviendo la participación dentro de la propia organización, que siempre es uno de nuestros grandes retos. Es imprescindible hacerlo para conocer las necesidades de las cooperativas federadas y poder darles el apoyo y acompañamiento que requieren.
Con muchos proyectos que nos permiten dar pequeños pasos cada día para que los valores cooperativos sean una base firme del modelo económico de nuestro país. Y sumando para avanzar hacia una economía y un concepto del trabajo que creo que como modelo es un ejemplo de sostenibilidad y de futuro: desde la implicación, la atención al cuidado de las personas y de nuestro entorno.
¿Cuáles consideras que son los mayores retos a los que se enfrentan actualmente las cooperativas de trabajo a nivel financiero? ¿Cómo los aborda?
Sí. Porque creo que estamos en un muy buen momento, tal y como decía, pero tenemos mucha faena pendiente y grandes retos.
Como Federación, nuestro gran reto es sin duda encontrar las respuestas más adecuadas a las necesidades de nuestras cooperativas, poder darles acompañamiento o trabajar para el marco sociopolítico que necesitan para avanzar. Y actualizar nuestro modelo de manera constante para conseguir la máxima pluralidad a todos los niveles y presencia alrededor del territorio catalán. Pero eso es tan obvio como no decir nada.
Si hablamos de este marco sociopolítico, nos toca un trabajo a veces duro y poco visible. Por ejemplo, estar pendientes de los marcos normativos que nos pueden afectar de algún modo, como modelo (la actualización de la propia Ley de Cooperativas o la Ley de la Economia Social y Solidaria que impulsamos desde AESCAT) o sectorialmente, que tienden al infinito. Se requiere mucha energía y medios para tener control sobre todo lo que sucede y poder incidir. Así como para tener un contacto habitual con partidos y agentes sociopolíticos para ganar relato y presencia. Y aún nos queda camino por recorrer.
Y para una buena incidencia, una gran visibilidad. La propia del cooperativismo de trabajo y la general del cooperativismo. Hemos renovado mucho la comunicación de la Federación y una campaña de comunicación generalista que sin duda son grandes retos de este año 2024.
La apertura de Bloc4, otro reto inmenso. Como espacio de referencia del cooperativismo catalán dentro de la Estrategia de la Economía Social y Solidaria 2020-30 y que impulsamos desde el movimiento con el Ayuntamiento de Barcelona. Con servicios que cuentan con el apoyo de la Generalitat de Catalunya y de sus dispositivos, especialmente del ateneo de Barcelona, Coopolis. Una excusa para coordinarnos con muchos agentes diferentes que trabajan por el cooperativismo. Y un espacio que en sí, sirve para afrontar otros grandes retos como potenciar la digitalización y las necesidades tecnológicas de nuestras entidades, la financiación (con una entidad vinculada a la Federación que es la Fundación Seira que está sumando mucho al conjunto de entidades financieras de base ética y cooperativa), la internacionalización de los servicios cooperativos o la intercooperación para ayudar a que sectores estratégicos a día de hoy como la transición energética, los cuidados o la educación, tengan colores cooperativos.
Todo esto para ayudar a tener un cooperativismo de trabajo fuerte. Que sea visible, que tenga capacidad y pueda crecer cuando tenga la voluntad y la necesidad y sumar a este conjunto de cooperativas que está tomando presencia en muchos sectores de actividad
¿Qué oportunidades identificas para el crecimiento y fortalecimiento del movimiento cooperativo de trabajo?
Estaría relacionado con los retos de los que hablamos. Al fin y al cabo, lo más lógico es que las oportunidades se orienten a los grandes retos socioeconómicos del país y te diría que a nivel internacional.
La crisis climática y por tanto todos los sectores relacionados con la transición energética y agroecológica.
Los cuidados de las personas no sólo dentro del mundo laboral, que también, sino en una sociedad que por un lado envejece y por la otra empobrece.
El desarrollo tecnológico, la inteligencia artificial y la digitalización. La oportunidad de que no quede la nueva revolución socioeconómica en manos de visiones especulativas y el crecimiento de las desigualdades. Tenemos espacios donde estamos trabajando y podemos hacerlo, aunque los grandes cambios pueden asustar un poco.
¿Cómo abordáis este momento de nuevas tecnologías, inteligencia artificial… las entidades que ponen a las personas en el centro?
Hemos tenido un par de espacios donde hemos tratado estos temas y hemos escuchado la experiencia de nuestras cooperativas: la UESCOOP, la universidad de verano del cooperativismo, y la Febrerada, uno de los actos ponentes de la citada Estrategia de la ESS 2020-2030 de Barcelona. Y seguimos enlazando las preguntas con las respuestas previas. Con la prudencia de aquellas cosas importantes y nuevas y la capacidad de afrontar el reto y la oportunidad.
Una conclusión que parece evidente en nuestro entorno, pero que es importante. La IA, las nuevas tecnologías, la digitalización, son imprescindibles pero tienen que estar a disposición de las personas. Y a menudo su uso no es ese.
Y si hablábamos de la transición energética, los cuidados o el mundo agrícola, no cabe duda que todas ellas requieren estos nuevos medios y entornos para sumar, en positivo, a su capacidad, a su eficiencia en pro de las personas y la sostenibilidad.
Por tanto, lo abordamos diseñando las acciones que ayuden a las cooperatives de base tecnológica a tener más capacidad y capacidades y al resto de cooperativas a facilitarnos las herramientas para la adaptación a estos grandes cambios, a que puedan mejorar en sus procesos y poder continuar con sus actividades ordinarias.
¿Cómo se fomenta la colaboración entre las diferentes cooperativas dentro de la federación?
La Federación es en sí un espacio de relación y de intercooperación. Es uno de los 7 valores cooperativos que los identifica. Por tanto, hace falta hacerle honor.
Tenemos un Área de Participación y un Eje que trabaja específicamente espacios sectoriales. Se promueven encuentros y actos para las cooperativas federadas, con el objetivo de crear sinergias.
Tenemos una sectorial de iniciativa social desde hace más de 25 años y este año un grupo de cooperativas han impulsado la Sectorial de la Cultura. Y se han generado grupos de trabajo por sectores como el grupo de comunidades energéticas locales o arquitectura, construcción y urbanismo. Orgabizamos sesiones de teambuildings para las cooperativas federadas, tenemos programas de relación y acompañamiento como el apadrinamiento cooperativo, líneas de ayudas a proyectos de impacto o al Fomento del Cooperativismo como “l’Emptenta”, programas de desarrollo de habilidades como los “Cafés de la Federació” o diferentes formaciones.
Y todo vertebrado a partir de los ejes transversales que son territorio, sectores y feminismos, para que todas las cooperativas federadas se sientan interrelacionadas.
La Federació és en si un espai de relació i d’intercooperació. És un dels 7 valors cooperatius que ens identifica. Per tant, cal fer-li honor.
¿Qué sinergias pueden haber entre las cooperativas de trabajo y las finanzas éticas?
Muchos valores compartidos como pueden ser la transparencia, la democracia o la transformación social, y una correlación de convivencia y necesidades cruzadas absoluta. El cooperativismo ha de estar intrínsecamente ligado con las finanzas éticas y, por tanto, hemos de conseguir que las finanzas éticas sean protagonistas dentro del movimiento cooperativo.
Del mismo modo, las finanzas éticas también han de servir para ampliar el cooperativismo. Porque pueden dar a conocer a sus socias que existe otra forma de emprender donde se ponga a las personas en el centro de la presa de decisiones y no únicamente la rentabilidad y porque, al fin y al cabo, las finanzas éticas tienen mucha más capacidad de complementariedad y acción simplemente porque tienen la capacidad de entender los proyectos cooperativos no sólo en clave de riesgo económico.
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