Convivir es un proyecto colectivo de un grupo de personas que piensan en la “jubilación” como una etapa más de desarrollo en la vida. Una iniciativa que permite diseñar el futuro aportando a los nuevos tiempos una nueva forma de envejecer. Este proyecto de Cohousing firnanciado por Fiare Banca Etica busca compartir el tiempo de ocio de forma solidaria, al mismo tiempo que se mantiene la privacidad y se prestan los servicios adecuados.
¿Cuándo comienza vuestro proyecto y como nació?
Nuestro proyecto se empieza a comentar entre un grupo de amigos, en octubre del 2002, en unas jornadas de reflexión y lúdicas. Hablábamos de que cuando estuviéramos cerca de la edad de jubilación deberíamos tratar de vivir juntos pero respetando la privacidad. Compartiendo aquello valores que juntos habíamos vivido en épocas anteriores, desde el compromiso social hasta la ayuda mutua y el voluntariado.
En el año 2005 ya teníamos matizada la idea y buena parte del proyecto, pero nuestros estudios nos decían que debíamos ser un número de socios y apartamentos tal, que fuera posible una economía de escala, lo suficiente para que fuera gestionable con garantías de un coste asequible y con servicios completos para cubrir cualquier contingencia que pudiera presentarse.
Tras varios años el grupo inicial y algunos otros compañeros y compañeras, decidimos constituir una nueva cooperativa e iniciar el proyecto.
Primero buscamos terrenos en Madrid, Castilla y León, y en Castilla La Mancha, encontrando finalmente en Castilla La Mancha, por lo que en 2007 constituimos CONVIVIR S COOP DE CLM.
¿Dónde está situado?
Estamos en un pueblo de la Mancha conquense, Horcajo de Santiago, aproximadamente a 100 Km de Madrid, a 100 Km de Cuenca y a 100 Km de Toledo. Adquirimos casi 40.000 m2 de terreno.
¿Qué buscabais en este tipo de vivienda? ¿Cuáles fueron vuestras motivaciones?
Nuestra motivación principal es no ser una carga para nuestros hijos, no tener que depender de ellos ni darles preocupaciones, y tener espacios de convivencia que eviten la soledad de los mayores.
Todo ello, dentro de unas instalaciones cómodas, con espacios comunes amplios y suficientes, con todos los servicios residenciales, que faciliten la privacidad de una vivienda (apartamento), que es nuestra casa amueblada a nuestro gusto, con actividades propias en el Centro, que se diseñan en común por los socios interesados, y quienes quieran, participan en las actividades programadas dentro de las asociaciones socio culturales del pueblo.
Un centro Residencial donde podemos estar hasta el final de nuestros días y en compañía de amigos, que podamos acompañarnos mutuamente ante cualquier necesidad, y atendidos por personal adecuado, y todo ello a precio de coste, asequible para una pareja ó persona individual, de ingresos medios.
Estamos hablando de una forma de vivir la tercera edad, como continuación de nuestras vivencias y experiencias anteriores.
¿Cómo fueron vuestros inicios? ¿Qué fue lo más difícil?
Una vez calificado urbanísticamente el terreno y diseñado el edificio, iniciamos el estudio del dinero que podíamos aportar los socios, que fueron el 62.50% del presupuestos total del proyecto, y el resto lo solicitamos a la banca.
Lo más difícil fue obtener el préstamo, sin duda. Tardamos más de tres años en conseguir su aprobación, después de visitar a muchas entidades financieras. Al final teníamos dos entidades dispuestas a financiar, después de estudiar el proyecto, en sus vertientes económica y social, que fueron dos entidades representativas de la banca ética.
Nos inclinamos por Fiare Banca Etica, por ser una cooperativa y conocer a personas que estaban relacionadas con la entidad en Madrid y en el País Vasco, y por indicaciones de otra cooperativa a la que también había financiado Fiare.
También ha sido difícil el arranque debido a que no todos estábamos dispuestos a irnos a vivir de forma inmediata. Unos por estar todavía trabajando, otros por asuntos familiares y personales. Llevamos viviendo casi dos años y la media mensual de residentes no ha llegado nunca a la mitad de los socios con estancia de forma permanente. En economías de escala el número es muy importante.
¿Habéis conseguido vuestros objetivos? ¿En qué momento estáis ahora?
Los objetivos de construcción y arranque inicial han salido bastante bien. Creo que podemos dar por conseguido la mayor parte de lo previsto. Solo falta la decisión de residir, y eso es una cuestión personal de los socios. Las perspectivas parecen ser buenas ya que hemos incrementado cada mes nuevos socios residentes.
Por ello ahora estamos en la fase de consolidación.
¿Cómo funciona el modelo de vivienda con cesión de uso?
La cesión de uso es una figura jurídica que se utiliza a partir del Código Civil, sobre todo para la actividad mercantil, y que por semejanza también se utiliza en el sector de la vivienda.
Está muy extendido en los países nórdicos y es potenciado por las Administraciones Públicas de esos países. Los Ayuntamientos que llevan el control de la vivienda pública exigen esta modalidad a las entidades sociales, en general cooperativas, sobre las que descansa la gestión de la vivienda social.
Entre nosotros en España, las cooperativas que estamos funcionando dentro de proyectos similares, son propietarias de edificio e instalaciones, y de las parcelas, que cede a los socios para uso y disfrute, a la vez que gestiona los servicios residenciales que se prestan, dentro de su propia actividad empresarial.
Las personas socias aportan el capital social necesario para la compra del terreno, construcción y amueblamiento de las zonas comunes, etc., siendo transferible a los herederos en caso de fallecimiento y vendible a terceros de acuerdo con lo establecido en los estatutos.
¿Cómo es la organización del día a día en vuestra comunidad?
Depende de las actividades programadas y de la responsabilidad de las personas socias en las mismas. Todos los días laborables tenemos gimnasia de mantenimiento antes del desayuno, luego cada residente acude a las diversas actividades de su interés (caminar, informática, yoga, huerto…)
Además están los servicios de peluquería, de fisoterapia, de podología, y enfermería, y mantenimiento de forma individual en el gimnasio. Como actividades lúdicas tenemos cine, canto y coro, piscina, excursiones…También acudimos a actividades organizadas por el Ayuntamiento y asociaciones y entidades del pueblo.
¿Por último, por qué recomendarías este modelo de vivienda?
Por no ser carga para los hijos o familiares, ayudarnos mutuamente para prevenir la soledad, tener una forma de vida que sea continuidad de nuestras actividades anteriores, dentro de lo que se denomina envejecimiento activo, siendo útil a la sociedad que nos acoge… Es verdad que exige un trabajo muy fuerte y dilatado en el tiempo, pero merece la pena.
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