TAMAÑO DEL TEXTO
ALTO CONTRASTE (LUZ)
ALTO CONTRASTE (OSCURO)
FUENTES ACCESIBLES

Ética y cooperativa

Participación y gobernanza

Encuentro anual de FEBEA 2025 en Thun: dos días entre montañas y reflexiones

Encuentro anual de FEBEA 2025 en Thun: dos días entre montañas y reflexiones

Encuentro anual de FEBEA 2025 en Thun: dos días entre montañas y reflexiones

Nos despertábamos el 1 de octubre con un día inusualmente soleado para un lugar como Thun, rodeada de montañas y con las vistas de los Alpes en el horizonte. Las Jóvenes de Fiare presentes veníamos desde diferentes partes de España, con sueño en el cuerpo pero curiosidad en las venas, nos preguntábamos que nos esperaba en el encuentro. Sabíamos que íbamos a encontrarnos con más gente que como nosotras, cree que las finanzas pueden ser una herramienta al servicio de la vida. Y sí, íbamos a hablar de finanzas éticas, pero también de comunidad, de valores y de cómo construir alternativas en un sistema que normaliza la guerra, la explotación y la destrucción del planeta en nombre del crecimiento.

Día 1 – Sembrando una nueva generación de finanzas éticas
El día comenzó con una tarea un poco awkward: buscar nuestros nombres en las etiquetas para colgárnoslas del cuello. Confieso que esas credenciales te hacen sentir importante de repente, como si ya fueras parte de la Junta Directiva de Fiare Banca Ética, pero en realidad solo estás intentando que no se te caiga el café encima. La jornada se dividía en dos: por un lado, la asamblea general de FEBEA, donde se reunían los miembros oficiales de cada una de las entidades financieras; por otro, nuestro propio encuentro paralelo de jóvenes sobre el papel de las nuevas generaciones en las finanzas éticas. ¿Qué nos llevamos a casa de la sesión? ¡Un nuevo grupo de Jóvenes por las Finanzas Éticas en Europa! Por ahora llamada FEBEA Youth Group. Nuestra sorpresa fue comprobar que los únicos grupos jóvenes activos ligados directamente a instituciones eran JxF y Genética (el grupo joven de Banca Ética en Italia). Sin embargo las preocupaciones eran compartidas: la falta de estrategia para conectar con público joven, falta de espacios donde haya escucha compartida y la necesidad de transformar el “more youth engagement” en “real youth empowerment”. Darnos cuenta de esto nos ayudó a reflexionar sobre la importancia de crear una red europea de jóvenes que apoyen, cuestionen y difundan las finanzas éticas. Si queremos un relevo generacional real, necesitamos construir redes, aprender unas de otras y abrir la puerta a más voces, no solo expandiéndose geográficamente al Este y Sudeste de Europa sino también hacia las comunidades que siguen al margen de las finanzas tanto tradicionales como éticas.

Después de la comida, la jornada volvía a dividirse pero esta vez en cuatro talleres diferentes: Uno sobre Instrumentos de financiación y apoyo para instituciones financieras, otro de Gobernanza y la gestión sociocrática de un banco como ABS, otro Navegando oportunidades de financiación de la UE para innovación social y aprovechar la IA en la presentación de proyectos y el cuarto y útimo sobre Comunicación y advocacy.
Fue especialmente interesante descubrir cómo un banco consolidado podía organizarse de forma colaborativa en todos sus niveles. ABS, con más de 100 empleados, utiliza la sociocracia como sistema de gobernanza. Es un sistema horizontal, donde el liderazgo está distribuido entre diferentes círculos que tienen ámbitos de responsabilidad específicos y están vinculados entre sí. Tampoco se decide por consenso (lo que suele alargar mucho las reuniones), sino por consentimiento: la decisión avanza si no hay objeciones con peso, en lugar de esperar que todo el mundo esté completamente de acuerdo. La diferencia es sutil pero clave: el consenso busca la unanimidad y puede ralentizar los procesos; el consentimiento acepta avanzar si nadie presenta objeciones, priorizando la acción sin sacrificar la participación. Se aprende haciendo, y los roles importan más que los títulos.
Por la tarde, tuvimos una visita guiada por Thun. La ciudad parece sacada de una postal: un lago de color verde cristalino, los Alpes vigilando desde el fondo y un entorno en que se respira tranquilidad. Descubrimos que los suizos, aunque no tengan mar, surfean en el río. Sí, con tabla y todo. Cerramos el día con un aperitif y una cena colectiva donde las conversaciones iban desde qué taller gustó más hasta okupas activas en Bruselas.

Día 2 – De megatendencias, cafés y risas improvisadas
El segundo día empezó fuerte, con una charla de Pedro M. Sasia Santos, presidente de FEBEA, que nos recordó que “No puede haber sostenibilidad sin paz. Y no puede haber paz sin equidad, inclusión y solidaridad”.
Luego intervino Nicole Bardet, de ABS, quien habló sobre el reto de mantener la coherencia ética. Después, Roger Spindler, del Future Institute de Fráncfort, nos habló de la megatendencia de la educación y de cómo los cambios mediáticos están reconfigurando la forma en que aprendemos y participamos. A continuación, Marek Hudon, de Finance Watch ofreció una reflexión crítica sobre el futuro de las finanzas éticas, poniendo el foco en la necesidad de que la medición del impacto vaya acompañada de cambios en la distribución del poder y en la gobernanza de las inversiones, o como él dijo “cambiar la narrativa y el paradigma
Más tarde se celebró un panel sobre las estrategias futuras de las instituciones financieras éticas, moderado por Daniel Sorrosal, secretario general de FEBEA. Participaron representantes de ABS, GLS Bank, Crédal y la Fundación de Comunidad de Messina. Entre todes compartieron visiones distintas pero complementarias sobre cómo seguir siendo fieles a los valores éticos sin dejar de adaptarse a los cambios globales.

Por la tarde llegó uno de nuestros momentos favoritos: el World Café.Varias de nosotras estuvimos ayudando a facilitar esta dinámica. La idea es sencilla pero potente: compartir un café mientras se responden preguntas clave y se generan ideas colectivas.
Cada mesa tenía una pregunta diferente, para totalizar tres preguntas claves. Estas preguntas giraban en torno a los desafíos sociales y ecológicos prioritarios, las formas de conectar con comunidades jóvenes y marginalizadas, y la creación de nuevos productos financieros éticos. Las mesas se llenaron de colores, notas y debates intensos, y se generó un ambiente genuino de curiosidad mutua y apertura entre las personas participantes, fue realmente genial. Las respuestas fueron tan diversas como inspiradoras: se habló de justicia climática, accesibilidad, transparencia, educación financiera comunitaria, escucha activa intergeneracional, entre otros muchos temas. Una de las conclusiones más repetidas fue que las finanzas éticas deben volver a ser herramientas de transformación y no solo alternativas éticas dentro del sistema existente.

El cierre del día fue puro arte: el grupo ImproNauten, un colectivo suizo de improvisación teatral, nos hizo reír, reflexionar y reconocernos en las escenas que recreaban sobre la economía. Terminamos con una foto grupal y como no, otro aperitif que se alargó entre risas y promesas de colaboración.Reflexión finalVolvemos de Thun con la cabeza llena de ideas y el corazón algo más grande. Pero también con preguntas: ¿Cómo abrimos más este movimiento? En las finanzas éticas todavía somos pocas y el relevo generacional es urgente. ¿Cómo lograr que más personas jóvenes y comunidades más marginalizadas encuentren aquí un espacio propio, donde su voz cuente? Hay mucho por hacer, sí. Pero si algo nos llevamos de estos días es que las finanzas éticas en todas sus formas no son una utopía lejana, sino un proceso vivo que funciona, y una red de personas que cada día prueban, aprenden y construyen nuevas formas de canalizar recursos hacia proyectos que cuidan de la vida en todas sus formas.