Hola Por Qué se define como un estudio-taller de serigrafía único en su especie. La cooperativa empezó en 2003 diseñando y produciendo por su marca de camisetas homónima, pero han evolucionado para acoger también a personas o entidades que quieren realizar sus propios productos. De forma artesanal en el taller, trabajan el textil, el papel, el vidrio o la cerámica para adaptarse a las necesidades de sus clientes, entre los que se encuentran Fiare Banca Ética o Greenpeace, con quienes tienen una larga historia de colaboración .

Poco después de empezar, se trasladaron del pequeño local del barrio madrileño de Malasaña, donde empezaron, a un taller de Carabanchel. Tras trece años de alquiler, el propietario, que quería vender el local, les ofreció la posibilidad de comprarlo. Para poder permanecer en el taller que les había visto crecer como cooperativa, necesitaban un préstamo hipotecario que no rompiera con los valores del proyecto, ni con los suyos como individuos.

Poner los valores en el centro

A la hora de tomar una decisión sobre la entidad bancaria a la que pedir la hipoteca, Eduardo G. Villamañán, socio fundador de la cooperativa, afirma que no creía que existiera otra opción más allá de la banca ética: «A Hola Por Qué queremos un mundo mejor para todos. La banca tradicional, naturalmente, no tiene los mismos valores que nosotros. Solo quieren dinero y no les importa cómo conseguirlos ni los derechos humanos que vulneren por el camino. Nuestro objetivo no es el dinero.»

Otra de las razones que les alejó de la banca tradicional fue la poca transparencia con lo que realmente defienden las entidades y esconden en una falsa fachada de sonrisas amables en la sucursal más cercana. «En esta opacidad debería ser el foco… Pero la gente se olvida de mirar a ello. Aun así, es posible que sea porque están entretenidos entre aplicaciones de móvil y series o buscando tiempo más allá de lo que dedican a intentar alimentar a su familia.»

Un préstamo hipotecario

Villamañán, en el ámbito personal, era usuario de Fiare desde 2010, y decidieron apostar por continuar con la misma entidad. Se pusieron en contacto con la oficina de Madrid de Fiare e iniciaron el proceso de compra tres meses antes del estallido de la pandemia. «¡Qué visionarios!», se lamenta.

El confinamiento y sus consecuencias en la producción de Hola Por Qué obligaron a poner en pausa los trámites que, una vez pasadas las restricciones de la Covid, se reanudaron sin abandonar del todo las complicaciones. «Después de tres meses, Fiare nos dio el sí. El problema es que somos una empresa muy pequeña, lo que significa que nuestra tesorería también lo es.»

Finalmente, hace ya dos años desde que firmaron el préstamo hipotecario que les ha permitido seguir funcionando. De no haberlo conseguido, Hola Por Qué habría desaparecido después de diecinueve años de actividad y una visión única de la artesanía.