Entrevista a Juan Torres, catedrático de economía de la universidad de Sevillay autor de numerosas publicaciones y libros científicos y divulgativos. Fue el encargado de realizar la conferencia inaugural de la Asamblea de Fiare Banca Etica 2023

Has publicado recientemente el libro ‘Más difícil todavía’, un libro en el que defiendes que “esta no es una crisis cualquiera”…

Creo que estamos entrando en una crisis de crisis. Es decir, en una situación de perturbación económica generalizada y sistémica porque se produce por la confluencia de diferentes fracturas, procedentes de la vulnerabilidad financiera, el crecimiento de la deuda, la falta de resiliencia de la globalización, el cambio climático y la desigualdad. Ninguna de ellas es nueva pero sí que empiezan a manifestar al mismo tiempo y agravando cada una a la otra.

¿Las medidas que se han adoptado para aplacar la crisis actual son las más adecuadas?

Creo que no se está actuando bien contra la inflación. Están matando al enfermo para bajarle la fiebre, es decir, provocan una recesión en cadena al subir los tipos de interés, y también una mayor fragilidad en el sistema bancario, ya de por sí vulnerable debido a la falta efectiva de control.

Una de sus propuestas es la limitación del poder de las grandes empresas. ¿Qué crees que se puede hacer desde el gobierno?¿Hay voluntad política?

Los propios defensores del capitalismo dicen que este es un sistema valioso porque se basa en la competencia pero lo cierto es que los mercados están dominados por grandes oligopolios o incluso grupos de empresas que actúan como verdaderos monopolistas. Y ese poder sobre mercado se traduce además en un poder político, mediático y cultural o simbólico tan grande que está convirtiendo al capitalismo de nuestros en materailmente incompatible con la democracia.

¿Qué opinas sobre la creación de una banca pública como medida para construir un sistema económico más justo? ¿Donde haya una banca pública no sería necesaria una banca ética?

Defiendo que el acceso al crédito debería ser un servicio, lo cual no quiere decir que sea gratis o de acceso universal, sino que su provisión esté garantizada. El crédito es como la sangre o savia de la economía. Es imprescindible para financiarla y el actual sistema bancario produce escasez artificial, además de un coste tan innecesario como excesivo. No me importa tanto que la banca sea pública o no, como que sea de servicio público en ese sentido que acabo de decir y, por supuesto, que la provisión del crédito no se guíe solo por el afán de lucro, o mejor dicho, por la avaricia, sino por la eficiencia, la responsabilidad y la ética.

¿Cuál es el papel de los bancos en esta crisis? ¿Podemos cambiar las cosas desde las finanzas éticas?

Es fundamental porque la financiarización, es decir, la expansión desproporcionada de las finanzas, la conversión del dinero en un fin en sí mismo, el crecimiento desorbitado de la deuda que eso conlleva, el abuso del privilegio de crear dinero de la nada; en definitiva, la desnaturalización de la actividad bancaria y de las finanzas en general es una de las amenazas sistémicas más grandes a las que nos enfrentamos. Tal y como están las cosas, será inevitable una crisis financiera global, imparable y muy destructiva. Incluso me atrevo a decir que los bancos centrales son hoy día perfectamente conscientes de ello. Otra cosa es que se atrevan actuar o sepan qué alternativas poner en marcha. La prisa por disponer de monedas digitales creo que va por ahí.

Una economía alternativa al capitalismo que sea más justa, más humana, ¿es posible?

La humanidad ha estado cambiando constantemente. En cierta medida, la sanidad universal, la educación pública, la banca ética, las empresas cooperativas, el trabajo voluntario… todo eso es economía alternativa. El tiempo nos dirá si todo eso se extiende, como yo creo que ocurrirá inevitablemente antes o después, o si entramos en crisis sucesivas y sistémicas, como en realidad ya casi estamos empezando a vivir.

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